El arte de la representación teatral ha sido, desde siempre, una referente directo para el desarrollo de la industria cinematográfica mundial, siendo en un principio un nexo más bien funcional y mimético que, con el pasar de los años, derivó en un lenguaje con carácter propio en el cine. Así, las adaptaciones de montajes teatrales a la gran pantalla continúan siendo recurrentes dentro del panorama fílmico nacional e internacional.

“Las Analfabetas”, ópera prima del cineasta Moisés Sepúlveda, estrenada en 2013, es uno de los ejercicios más recientes de adaptación cinematográfica a un texto dramático en el campo creativo nacional. La película, coescrita por Sepúlveda y Pablo Paredes (dramaturgo de la obra original homónima), narra la historia de Ximena (Paulina García),  una mujer de 58 años que oculta su analfabetismo, y Jacqueline, joven profesora de lenguaje, se propondrá enseñarle a leer y escribir.

Las Analfabetas es un relato cinematográfico de recursos sencillos. Una narración unidireccional que se centra en la relación de dos protagonistas y no recurre a subtramas ni personajes secundarios, permitiendo conocer la intimidad de Ximena, marcada por su analfabetismo y procesos inconclusos, y su proceso de aprendizaje.

Destacan un naturalismo desbordado y una dirección de arte que se posiciona como un pilar más, aunque secundario, en la construcción de la historia. En el primer caso, la cinta apuesta por mostrar una realidad desde un lenguaje tradicional y rudimentario, con una locación principal -la casa de Ximena- que aparece como un espacio austero, sin grandes falencias materiales. Al no haber un énfasis particular en dicha materialidad, el trabajo de dirección de arte, que involucra vestuario, maquillaje y peluquería, se vuelve gravitante. 

En la utilización de la cámara, la lejanía de los encuadres parece no arriesgar ni trabajar un lenguaje propio. Más bien, es una posición cauta que enfatiza en todo lo que ocurre en el espacio visible para el espectador, ayudándolo de alguna manera a observar y ver más allá. Hay permanentemente una búsqueda de aspectos cotidianos desde donde construir la historia, sin espectacularidad en el lenguaje cinematográfico y recurriendo en momentos a elementos del documental. Se suma un montaje contemplativo y una construcción sonora sencilla, que hacen cuestionarnos qué es lo que marca la diferencia entre la experiencia teatral y la cinematográfica en esta ficción.

A pesar de la ambigüedad con que Las Analfabetas enfrenta elementos del cine y el teatro, hay espacios que parecen trabajarse mejor desde la disciplina cinematográfica, pues permiten la exploración de un discurso y un punto de vista del director. Así, esta ficción encuentra en el cine una manera de representar las vivencias de un personaje principal que vive en el analfabetismo. La aparente sencillez del filme crea un universo con un matiz emocional, y lo principal está en la construcción interna de las protagonistas y su cotidiano.

Puedes ver "LAS ANALFABETAS" de manera online y gratuita en el siguiente link:

https://ondamedia.cl/#/player/las-analfabetas

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