Ciclo de Cine Online “Nunca vas a estar solo”: Diálogo emocional desde la ausencia y el dolor

En palabras de su director, esta película es la búsqueda e invitación a reflexionar sobre un problema profundo y arraigado en nuestra cultura: sin buscar ser un filme de denuncia ideológica, pone sobre la mesa las constantes injusticias que viven las minorías y sectores menos acomodados, desde una mirada a la estética de lo íntimo, cotidiano y verosímil.

Desde luego que el cine chileno en los últimos años se ha propuesto retratar distintas  problemáticas sociales a diferentes niveles y bajo distintas miradas. Sin embargo, este no es un hecho aislado dentro de nuestra historia cinematográfica, de hecho, fueron estas las motivaciones que levantaron, por ejemplo, la corriente del Nuevo Cine Chileno a finales de los años ’60, además de ser un permanente punto de vista en la realización documental desde la década de ‘90. En este contexto, viendo el panorama de la realización nacional actual, es posible identificar puntos en común que dan un macro conceptual a las y los realizadores contemporáneos y, a su vez, marcan un estilo que diferencia al actual momento del cine nacional.

La observación del  cotidiano y la intimidad de los personajes involucrados es una característica a destacar de la forma en que actualmente se retratan estas temáticas, siendo las familias y las relaciones cercanas espacios fundamentales de visibilización y reflexión sobre estas injusticias. Destacan películas como “Aquí no ha pasado nada”, de Alejandro Fernández Almendras; “Mala Junta”, de Claudia Huaquimilla; “Una Mujer Fantástica”,  de Sebastián Lelio; y la ópera prima del músico Alex Anwandter, “Nunca vas a estar solo”.

Al igual que muchas producciones de este periodo, “Nunca vas a estar solo” basa su relato en un hecho noticioso de alto impacto: el brutal asesinato a Daniel Zamudio el año 2012. Es el punto inicial para crear una historia donde el acento recorre aspectos que en primera instancia uno asumiría como secundarios, pero que Anwander no rehúye en presentar como el núcleo dramático principal.

El filme narra la historia de Juan (Sergio Hernández), un hombre dedicado al trabajo en una empresa de maniquíes y que vive una contrapuesta relación con Pablo (Andrew Bargsted), su adolescente hijo de recientes dieciocho años. Ambos representan dos opuestas maneras de ver el mundo, lo que conlleva un difícil diálogo emocional y el desconocimiento mutuo de la vida privada de cada uno. 

A pesar de que se inspira en una situación difícil, “Nunca vas a estar solo” se preocupa desde el primer momento en no presentar una propuesta cinematográfica de biopic clásica o de trama policial. Más bien, plantea la dualidad de realidades padre-hijo como eje estético principal, permitiendo ver, entre otros indicios,  que el protagonismo será compartido a lo largo de la cinta. Aquí, la decisión de Anwandter se vuelve no menos arriesgada y necesaria. 

Viviendo en una población Santiaguina, Juan pasa la mayor parte del tiempo en el trabajo mientras que Pablo disfruta de su juventud asistiendo a fiestas y entregándose al baile, su gran pasión. La gran diferencia que existe entre la vida de ambos personajes es retratada desde lo el universo cotidiano en que se desenvuelven; un espacio estructurado y frío por parte del padre, centrado en lo laboral y hogareño; y otro lúdico, adolescente y móvil para Pablo, centrado en sus amistades, su pareja Félix (Jaime Leiva) y su cuerpo como territorio de descubrimiento. 

Es interesante observar cómo Anwandter establece este posicionamiento preliminar desde lo puramente cinematográfico. La utilización de colores e iluminación encendida para graficar la vida de Pablo y sus sueños de convertirse en estrella, se funden en planos que inmortalizan la performace de Bargsted en torno a cámaras relentizadas y un lenguaje que muchas veces remite al videoclip. Mientras tanto, los recorridos de Juan permanecen más estáticos y alejados, y la cámara se sitúa de una manera más observacional.

Así, el film va adelantando lentamente la inevitable situación que vivirá Pablo, desde el contexto de intolerancia y violencia en que se desenvuelven ambos. Anwandter representa estos factores a través personajes matonescos y mentirosos, vecinos de su barrio periférico, abarcando una realidad muy común dentro del problema homófobo en Chile, y que pertenecen a su círculo más íntimo. Es más, dentro de ellos se encuentra el propio Félix, pareja de Pablo.

Es meritorio el arrojo del director de “Nunca vas a estar solo” al presentar el clímax de la agresión dentro del primer tercio de la película, lo que implica que el peso dramático recaiga finalmente en el personaje arisco y frío de Juan. Desde allí, se pueden vislumbrar las profundas e históricas falencias de la sociedad chilena respecto del tema tratado: la impunidad, una sutil pero efectiva crítica al capitalismo y el clasismo. Sin embargo, el principal desafío del protagonista es lograr descubrir y comprender verdaderamente a Pablo desde su ausencia y en la circunstancia menos favorable.

“Nunca vas a estar solo”, en palabras de su director, esta película es la búsqueda e invitación a reflexionar sobre un problema profundo y arraigado en nuestra cultura: sin buscar ser un filme de denuncia ideológica, pone sobre la mesa las constantes injusticias que viven las minorías y sectores menos acomodados, desde una mirada a la estética de lo íntimo, cotidiano y verosímil.

Puedes ver "NUNCA VAS A ESTAR SOLO" de Alex Anwandter de manera online y gratuita en el siguiente link:
https://ondamedia.cl/#/player/15879-nunca-vas-a-estar-solo

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Visto 1561 veces Modificado por última vez en Martes, 12 Mayo 2020 22:49